La tecnología, el apuro, la vida sedentaria…hacen de la nueva infancia un mundo muy alejado de la realidad REAL… Soledad Riestra nos habla esta vez, de la importancia del contacto con la naturaleza para los niños que vienen llegando al planeta.
Niños encerrados
Hoy resulta muy fácil entretener a los pequeños entre cuatro paredes: la televisión, el Ipad, los dibujos, las consolas de video juegos, computadoras, y demás.
Pero qué hay allá afuera, al aire libre, que los niños se pierden mientras tanto.
Heike Freire, psícologa y filósofa de la Universidad de París X *, autora del libro Educar en Verde, defiende el rol de la naturaleza en el completo desarrollo de la inteligencia del niño, comprendida ésta desde un aspecto más amplio que el meramente cognitivo o intelectual.
“Hay investigaciones que alertan de problemas de sedentarismo, de aislamiento sobre el exceso de tecnología y sobre la falta de contacto con lo concreto, con las cosas vivas”, remarca Heike.
En su investigación, ha identificado cómo el modo de vida actual caracterizado por el sedentarismo, y el contacto con la realidad a través de pantallas y pupitres, genera una comprensión “distorsionada” de la vida, debido a “la falta de contacto con lo concreto, con las cosas vivas”.
“Los niños conocen más nombres de marcas comerciales que de plantas”, dice Freire, y agrega:
“Por ejemplo, son casos reales, si preguntas de dónde viene la leche te contestan que del tetra-brick , o dibujan una oveja como un ser humano con dos piernas”.
Salir al mundo
Como adultos, padres, tíos, padrinos y madrinas, deberíamos generarles un espacio de juego al aire libre, explorar la naturaleza con ellos – naturaleza que se encuentra en nuestras casas o barrios, sin necesidad de pensar sólo en hermosos paisajes alejados de nuestra vida cotidiana en la ciudad – pueden ser herramientas para fomentar “esa sensación de unidad con el planeta que empieza en la infancia”, según Freire.
La autora remarca que “los niños tienen de manera natural muchísima empatía hacia los animales y las plantas, y se trata de cultivar eso cuando son pequeños; no alejarles de lo natural sino acercarles.”
Ensuciarse, mojarse, sorprenderse, oler, sentir y tocar la naturaleza que nos rodea en un parque o en una plaza, puede ser una hermosa aventura para nuestros pequeños, y un gran paso hacia la generación de conciencia sobre el cuidado del medioambiente, a partir de sentirnos conectados con el mundo natural del cual somos y formamos parte.
Por último, los dejo con un video que no deja de sorprenderme, por ser un fiel reflejo de esta sabiduría con la que nacemos, como miembros del ecosistema del planeta, y de estos nuevos ECO-Niños.
Esta es la historia de Luiz, un niño brasilero que con tan sólo 3 años le explica a su mamá por qué no quiere comer pulpo… El video dura dos minutos y medio y merece la pena verlo hasta el final, y emocionarse tanto como su mamá.
Sin enchufes
Los miramos desde la pantalla antes de que nazcan, y ellos luego mirarán el mundo de la misma forma, muchas horas al día!!!
Sin barro para meter las zapatillas, ni árboles donde treparse, los niños urbanos, desde la cuna., son calmados por sus mamás con videos y arrullados con la música a baterías, de sus cuneros chinos…
Sin dramatizar,esos recursos, están a años luz, de la abuela que ponía al niño frente a la ventana para que mire cómo el viento mecín los árboles, o de la voz de la mamá cantando “MAL”… pero hermoso…
Estamos haciéndolos adictos a la tecnología y a la comida rápida…
Estamos educando en la inmediatez y en la URGENCIA…dejando de lado los procesos…
NO PONGAN EXCUSAS, hay alternativas MUY válidas, paseos por el Delta u otros paisajes cercanos a las ciudades, vueltas manzanas para juntar hojitas…
Mascotas que podemos adoptar para criar con cariño y responsabilidad…
Fábricas de pan en las que podemos hacer milagros en casa, con timmer y recetas básicas…
Semillas que podemos sumar en lugar de llenarlos de golosinas…
Frutas disecadas o frescas…
Teatros callejeros con actores que están AHI, que se pueden tocar…saludar…que responden!…
En este mes del niños, desde Bebé a Bordo y en nuestro trabajo cotidiano, queremos PONERNOS LAS PILAS CON SACARNOS LAS PILAS…
Basta de tanta batería…retomemos el camino del corazón y de lo natural…que NUNCA falla.
Criemos hijos que le devuelvan al planeta su sentido inicial y primigenio.
No nos demos por vencidos.
No digo sin AIPAD…pero sí con algo de pies descalzos sobre la tierra!
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Por Adriana Penerini