La Consulta Prenatal
¿Tener el pediatra antes que el bebé? ¿Será de madres ansiosas o de padres apurados? Veamos para qué sirve.
¿Cuándo y Por qué?
El mejor momento de elegir al pediatra es antes del nacimiento, durante los 2 últimos meses del embarazo. La consulta prenatal tiene por objeto conocerse mutuamente y despejar dudas y preguntas. La consulta prenatal sirve para conocerse, y para preparar tanto a los padres y al médico para el futuro inmediato. La relación médico paciente va entrando en mutua confianza progresivamente y la consulta prenatal es un buen momento para comenzar.
También para el pediatra una entrevista antes de que nazca el bebé es importante, para conocer la personalidad, la historia familiar, las dudas y temores de estos futuros padres, todo esto redundará en una mejor contención a los padres cuando el bebé nazca y favorecerá que ellos puedan establecer un buen vínculo con el recién nacido.
¿Qué se pregunta en la CONSULTA PRENATAL?
Durante la consulta prenatal buena parte de las preguntas se refieren al nacimiento y a los días que le siguen. En los días de internación y los que siguen después del alta, es importante estar lo mas tranquilos y apoyados.
Preguntas frecuentes
1. ¿Cómo es el Post-parto inmediato?
Luego del parto la madre habitualmente se siente feliz, exhausta, dolorida y excitada a la vez. Esto requiere tomar las cosas con calma y tener algunos cuidados especiales. No se recomienda recibir visitas durante las primeras horas, es fundamental preservar este espacio para que ambos padres y el bebé se conozcan. Luego las visitas deben ser reguladas según cómo se encuentren la madre y el niño, respetando los momentos de lactancia. Durante los primeros 2 meses de vida de cualquier niño, notarán que, cuando hay a su alrededor mucha gente y ruido, el bebé tiende a aislarse y duerme mucho o se queda tranquilo, pero más tarde esa sobreexcitación a que está sometido generará llanto inconsolable. Por lo tanto, si ven que no pueden controlar la cantidad de visitas, es conveniente enviar al bebé a nursery por unas horas.
2. ¿Cuánto duerme el bebé recién nacido?
El recién nacido duerme profundamente la mayor parte del día, sólo se despierta para alimentarse y está alerta y tranquilo por unos minutos. Debe “trabajar” muy intensamente para adaptarse a la vida extrauterina (ruidos, colores, olores, horarios, etc.). Cuando necesita una descarga para las tensiones diarias es habitual que llore, lo normal es entre 2 a 4 hs por día. En general este llanto se atribuye a diversas causas como “cólicos” y suele calmarse acunando y meciendo al bebé, quitándole la ropita y colocándolo en contacto piel con piel con la mamá.
3. ¿Qué sol los cólicos del recién nacido?
Los llamados “cólicos” suelen aparecer recién a los 15 días de vida. Cuando permanecen acostados en su cunita se los envuelve con una manta bien ajustada al cuerpo y esto también los tranquiliza. No es bueno “sacudir” al niño mientras se lo pasea por la habitación, sino por el contrario, arrullarlo suavemente y, a veces, simplemente quedarse sentado sosteniéndolo, hablándole y esperando que se le pase.
4. ¿Es bueno el chupete para el recién nacido?
No está mal, lgunos niños se calman al succionar algo como el chupete o su mano, esto se llama succión no nutritiva y en este caso la teta no ayuda porque si se lo sobrealimenta puede ser contraproducente y generar más disconfort aún.
5. ¿Es normal que duerma tanto al nacer?
Algunos bebés tardan uno o dos días en “despertarse”, esto significa que aunque no duerman permanecen somnolientos y les cuesta alimentarse, pero en general no es alarmante ya que la situación se resuelve espontáneamente luego de 48 hs. En realidad la cantidad de alimento que necesita el recién nacido durante los primeros días de vida es insignificante, le bastan unas pocas gotas de calostro.
6. ¿Puedo deprimirme?
Es habitual que la madre puérpera se sienta desbordada, muy emocionada por una lado y por otro tiene que aprender una gran cantidad de cosas al mismo tiempo, por eso necesita a sus afectos más queridos al lado. La madre requiere mucha ayuda, apoyo y comprensión.Hay factores físicos, emocionales y hormonales que conllevan a la aparición de la “depresión puerperal”. Si bien es algo muy molesto también favorece el vínculo con el bebé, la madre al sentirse más vulnerable se identifica mejor con su hijo. Este es un período transitorio de mucha sensibilidad, si la madre está bien contenida y acompañada, se resolverá gratamente al cabo de unas semanas.
¿El pediatra siempre tiene razón?
Por Adriana Penerini
Desde el punto de vista mío como profesional que trabaja directamente con la mujer y el varón en tanto padres, es muy importante que tengamos en cuenta que el SABER, no siempre está afuera de nosotros.
Recibo todos los días madres con la inquietud de Aprender, y aprender no es estrictamente aceptar el conocimiento de afuera ¬libros-revistas- videos- profesionales etc- como si nosotros no supiéramos NADA.
Aprender tiene que ser una conducta activa que permita aflorar lo que tenemos de información como raza -humana- como género- femenino o masculino- como especie ¬animal- afuera, con fuerza.
Las personas saben mucho más de lo que creen , también en relación a la crianza de sus recientes hijos, solo deben procurarse la ayuda necesaria, un pediatra debería ser eso, un “gran ayudador “, que sabe diferente que uno, desde otro lugar, que puede diferenciar por su entrenamiento entre un signo y otro, y ser frío cuando es necesario, pero no deberíamos darle el lugar del saber absoluto.
Muchas mujeres hacen cosas sin convencimiento, solo “porque lo dijo el doctor”, ese es un extremo peligroso, las mamás deben mantener o descubrir el contacto con su intuición, con sus sensaciones, que muchas veces son más claras que las del resultado de un análisis concreto.
Hay una subjetividad en juego, la de esa familia, la de esa díada madre-hijo, la de ese bebé.
La elección adecuada del pediatra que lleva un tiempo, y por eso también recomiendo hacer con anticipación, es la elección de un “compañero de ruta” que nos va a aportar siempre amorosamente, con autoridad, pero no desautorizando, su parecer y su consejo, para logra el equilibrio en favor de la salud del niño, que es siempre de la familia toda.