Dicen por ahí “Es natural, no te hace nada…” Como si lo Natural fuera bueno de por sí. Hay muchas cosas naturales que no solo no hacen bien, sino que además hacen mal, entre otras tomar sol en enero a las 12 del mediodía sin protección, el veneno de una serpiente o caerse sentado sobre un cactus…
Humor mediante nuestra nutricionista la Lic. Susana Zurschmitten, nos aclara algunas cosas sobre las hierbas naturales y sus efectos sobre el organismo.
“Qué te va a hacer???”
Muchas veces pensamos que las hierbas medicinales son inocuas, y se pueden usar sin peligro. En realidad, esto no es así, ya que las plantas tienen principios activos que cumplen funciones terapéuticas, y como todos los remedios, naturales o sintéticos, tienen algunas contraindicaciones.
En el caso del embarazo, es aconsejable no utilizar hierbas cuyos efectos no se conozcan en profundidad.
Hay muchas de ellas que pueden producir contracciones uterinas y facilitar la pérdida del embarazo, si hay predisposición. Hay algunas hierbas que son seguras y pueden ser muy útiles, en algunos pequeños problemas que surgen a menudo durante el embarazo.
Hierbas buenas…
Un ejemplo de estas molestias frecuentes es la nausea, que comienza en general entre la 4 y 6ta. Semana, y dura hasta aproximadamente el final del tercer mes.
Jenjibre fresco
Las causas suelen estar en las variaciones hormonales, estrés, baja presión o hipoglucemia. En estos casos es útil el jengibre fresco. Se debe rallar 1 cucharadita de té por taza de agua. Se hace una decocción, dejándola hervir unos minutitos (3 a 5 ); se deja reposar tapado durante otros 5 minutos, se cuela y se bebe en sorbos durante el día; pueden beberse hasta 3 tazas.
Manzanilla
Otro malestar común es la acidez gástrica, que es usual especialmente cuando el abdomen ya ha comenzado a crecer y presiona la boca del estómago. En estos casos es útil la manzanilla; se calcula aproximadamente 1 cucharadita de flores por taza; en este caso se hace una infusión: se coloca la hierba en un recipiente y se vierte el agua hirviendo sobre ella. Se tapa, se deja reposar 5 minutos, y luego se cuela y bebe; la dosis es de hasta 3-4 tazas diarias. Saborizada con miel es exquisita.
Es importante entonces resaltar que, salvo contadas excepciones, deben evitarse las hierbas medicinales durante el embarazo y la lactancia. En caso de duda, es indispensable consultarlo con el médico que te acompaña en este proceso tan delicado de ser mamá. Como el embarazo es una etapa donde la naturaleza hace maravillas, es bueno volver la mirada hacia las ofrendas que recibimos continuamente de ella.
Ahora, sólo té
Qué bueno le vendría un poco de Oriente a Occidente!!! Un poco…
Los extremos nunca nos conducen a un espacio de plenitud. Pero algo de aquella sabiduría, de aquella templanza, nos doraría más de un atardecer y un pedazo de nuestro corazón. O por qué no todo…
Estamos acostumbrados al exterior, a lo que pasa afuera a lo que pasó en la calle, a las noticias de noticiero -mi abuela decía noticioso- y a los resultados de las guerras que pelean los otros… El mundo nos distrae no nos acerca, nos aleja de nuestro interior. Ninguno de nosotros valora todos los granitos de un choclo pensando en el esfuerzo que pudo haber hecho la tierra el viento, el agua para que cada granito esté ahí y somos capaces de tirarlo sin terminar de comerlo todo…
Ninguno se imagina todo lo que el planeta hace para que cada hojita de té esté en nuestra taza o aromatizando nuestras fosas nasales y calentando nuestra panza en medio de un día de lluvia o luego de una discución que nos hizo llorar…
El té como ceremonia… como medio para la concentración para que la mente se descentre de ese entorno que chupa nuestro interés… Cuando el bebé nos convoca desde adentro recordándonos que hay un adentro que merece ser cuidado… Hervir el agua… ni microondas ni nada, preparar el colador, las hebras la taza… Sentir el humo, los dedos que se queman un poco…
Ahora solo té, ni noticieros ni noticiosos ni nada… Apoltronarse con o sin bandeja en el sillón, en el fiaca, en la cama, a solas o con una compañía que nos haga pensar que vale la pena todo, lo que fue y lo que será…
Un poco de Oriente en Occidente… Manzanilla o té de té o lo que sea…la actitud, las ganas, el permiso, el tiempo y el embarazo como excusa…para parar un poco.
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Por: Adriana Penerini